Tuve en mis manos
el pan que sueñan los pobres
las melodías del violín de Vivaldi
el inconsciente creativo de Van Gogh
Florecieron de mis dedos
las semillas sonajeras
que explotaron del lupino,
mariposas de la promiscua libertad,
las amapolas de la metarealidad
Acaricié con las yemas
el rojo del cogoyo de abril,
el punto G del mundo,
el beso de la anémona en la piedra
Marqué mis huellas digitales
en la cuesta de esa espalda,
dibujé el infinito
con el círculo de su cuello,
y dejé caer gotas de pasión
en la quebrada de su pecho
Jugué al nihilismo del instante,
agoté todos sus segundos
y lo hice eterno
en su mezquino tiempo
Hasta que una tarde
me encontró desprevenido
y se fue de mis manos,
así como se van las horas
sin causar sospecha,
sin dejarlo morir
T!nCh0
20/08/2013
Fotos: Claudia Serrano
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