a descorchar una respuesta
a afinar las clavijas del alma
a liberar los restos de conciencia
a alimentar a este corazón viajero
Es que el corazón viajero no se aflige
cambian las compañías
pero él sigue latente
sereno y expectante
de una aventura que lo agite
Nos fuimos tras el viento
a alterar sus pulsaciones
a desandar nuevos caminos
de olvidos y memoria
de dolores y alegrías
de canciones y fotografías
Fuimos tras el lucero
a escabiarnos el néctar
de la puesta del sol
A partir las piedras
con la cabeza del delirio
A suicidar los miedos a lo desconocido
A creer en el paisaje por conocer
A cultivar la confianza
la empatía con mi corazón viajero
Tranquilo no seas ansioso
Corazón migrante
todo en la vida llega
que no te corra el tiempo
lo domaremos con templanza,
él caminará junto a nosotros
y no contaremos las horas
sólo miraremos al cielo
disfrutando del nuevo día
Me fui tras el llamado del horizonte
yo junto a mi corazón viajero
sin un preciso destino
A ser feliz con muy poco
A despegarnos de lo que sobra
A cenarnos las estrellas
y a almorzar la energía
de nuevos pueblos,
de nueva gente
Abrázame con tus fuerzas
Guíame con tu sangre
Yo te sigo camarada
la mochila es liviana
y mi puño está cargado
para escribir el poema
que en nuestra vejez admiraremos
No nos busquen con radares
No nos sufran sin sentido
No nos piensen perdidos
que el corazón viajero
tuvo anoche un sueño
y hoy seguiremos otro camino
03/01/2014
Fotos: Claudia Serrano
Fotos: Claudia Serrano