La noche huele a despedidas
A relatos sombríos
A luchas inconclusas
A luces ardientes, difusas
que se van apagando despacito
entre un mar de fuego latente
que las arengan, que las destellan
que las abrazan con su calor
para que siga iluminando
La tenue oscuridad que nos corroe
La fe de los agnósticos prematuros
La noche sabe a interrogantes
A amigos marchitos
que dejan fuertes grabadas
sus claras palabras en el aire.
Y yo intento atraparlas
entre brasas aún
calientes
de un tiempo que fue,
jolgorio de sonrisa y valentía.
Pero hoy otras voces las llaman
para poder liberarse
en los cielos
persiguiendo la otra luz inspiradora
de esta luna llena que aún las enamoran
Tincho
13/11/2016
Foto: Tincho
Foto: Tincho