Geografía en la calle

Geografía en la calle
"Porque allí van las personas del sueño a la poesía" Silvio Rodriguez

domingo, 27 de octubre de 2013

Recuerdos nocturnos

                           A veces cuando el día se está consumando, él accede extenuado a su habitación, cruza hacia el último espacio que visitará en su larga jornada, prende la luz de su cómoda e inicia el acto de desvestirse sosegadamente, comenzando por un suave tironeo de la punta del cordón hasta lograr ver desatadas por completas sus zapatillas negras; prosigue a quitarse el par de medias y dejar que sus pies respiren agitados por sentir ese airecito que permita emitir un suspiro de alivio entre sus dedos, y así continuar la ceremonia hasta desprenderse de ese cúmulo de telas con formas que llevó a cuestas durante horas y cambiarlas ahora por una vieja y gastada prenda que ayer se llamaba remera, hoy pasó a denominarse pijama. Se acerca a su cama y destapa el acolchado y las sábanas que estaban rigurosamente ordenadas así como esperando a que con sus familiares manos abra el pasadizo hacia otra noche de estar juntos, y en ese corto movimiento surge una atmósfera con un peculiar olor a sábanas o a él mismo quizá, que denota el tiempo de compartimiento entre ambos. Se sienta, acomoda la almohada entre su espalda y la pared, desconecta el reloj de su cansado cuerpo, relaja las extremidades y siente cómo sus músculos se distienden así como una energía que se encontraba atorada en cada rincón de la fibra y al fin encuentra un escape para liberarse. Ya habiendo aplacado su cansancio, ya habiendo escuchado el quejido del cuerpo, apaga la luz de su lámpara y se predispone a dormir las pocas horas que le quedan para volver a levantarse. Pero desde la inmensidad de la oscuridad comienzan a aflorar recuerdos en su mente, lo invaden como un enjambre de abejas enfadadas con un estúpido ser humano que atacó su panal y lo pican con desacato clavando su aguijón en los resabios de la memoria, permitiendo que emerjan desde el dolor imágenes de algún tiempo donde todo era primavera y brotaban flores a su andar. Él comienza a sentirse ofuscado, a no entender los límites de su cerebro, intenta reconciliarse con el sueño que hasta hace apenas segundos era su mejor amigo, pero la evocación al pasado que su centro del sistema nervioso envía a la mente es cada vez más fuerte como para evitarlo, por lo que los sentidos entienden el mensaje recibido, lo decodifican y emprenden a activarse, los poros de la epidermis se sensibilizan despavoridos, las amígdalas se ven persuadidas y los párpados son asaltados por la exacerbación del aparato lagrimal hasta desencadenar que una gota baje por el párpado, para que después sean dos y tres, logrando que su rostro sea todo un llanto consumado. Los recuerdos lo han vencido, se han organizado y han levantado un piquete de hecho que les permitió tomar el sentido del presente del joven fatigado y llevarse esa sonrisa construida con mucho esfuerzo durante todo el día.

Qué cruel es este trabajo del inconsciente despachando figuraciones ya sin forma al consciente, recapitulando sentimientos compartidos con otra persona que ya no existen, rememorando a lo más profundo de su alma el devenir de sentirse habitado por alguien a la distancia, retomándole a sus ganas esa fotografía que está quieta ahí en el tiempo, otorgándole sólo el poder de mirarla e invitándolo a que poco a poco se duerma pensando en ella adormecido en su morada. Seguro lo acompañará en el sueño y las imágenes abandonarán la quietud y se sentirá reviviendo esos momentos en un espacio irracional; quizá se reencuentre con jazmines en su boca o quizás la primavera sea sólo un mal juego de su mente y el dolor se magnifique en el sueño, y aparezcan nuevamente las abejas picándole con aguijones más afilados ahora el interior de su ruidoso intestino, haciendo de sus cortas horas de descanso toda una tortura sistemática de dormir y despertar y viceversa, acabando o comenzando circularmente cuando los primeros murmullos de los pájaros se asomen por la ventana y lo inviten a lidiar con su cansancio en otra larga jornada por venir.

T!nCho
Fotos: Claudia Serrano
26/10/2013

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