Los hijos olvidados

A los descarriados
a los llamados peste de la sociedad
a los tristemente prejuiciados
a los que no se les tiene piedad

Ellos que conocen cada punto de su geografía
a aquellos de quien la gente desconfía
ellos que aman a la Tierra
a aquellos que la burocracia los destierra

Ellos que beben el sudor de sus sufrimientos
que arraigan el dolor de un pueblo destruido
ellos que viven lejos de los grises ruidos
que emiten al suelo sus juramentos

A ellos que vieron llegar en los barcos al demonio
ellos que acobijan las medicinas mágicas
ellos que protegen los genes de nuestro planeta
y suenan tambores que alejan al odio

Ellos que no saben del consumismo
son lo más parecido a un comunismo
a ellos los ignorante de nuestro sistema
que reconocen cuál es su diadema

A los que con su ambiente viven en armonía
sin saber lo que es la ecología
a los que cultivan con amor sus vegetales
a los que crían con sabiduría sus animales

A los que se les arrebataron sus dialectos
pero mantienen viva la palabra de los ancestros
a los que le asesinaron su cultura
y encontraron sus escritos en sepultura

A los descorazonados que no consumen Coca-Cola
pero siembran su planta productora
a los hijos de la naturaleza
que no se alimentan de las hamburguesas

A aquellos dueños del trigo, el arroz y la totora
a ellos que sus chosas con paja decoran
aquellos que encuentran una copla en el viento
y sus esperanzas las pisotean a cada momento

Ellos que se amamantan de las sobras del capitalismo
ellos que condenan a todo egoísmo
ellos que toda su vida es una dolorosa trama
pero hallan sus fuerzas en la Pachamama

Ellos que homenajean a la montaña
a ellos que nuestra especie extraña
aquellos que necesitan ayuda
pero la gente permite que los excluyan

T!nChO

Noviembre de 2008