Historia de una misma piedra

Erase una tarde de domingo
cuando el sol triunfaba sobre las nubes
él era una marioneta de ilusiones
ella un zorzal de simpatía

Eran dos almas solitarias
que se unían por monotonía
sus sonrisas pintaban el recuadro
que de su mente ya no se borraría

El tiempo jugaba carreras de motores
ellos citaban las locuras de sus vidas
sus caras tomaban tupidos colores
por las ventanas se colaba la alegría

Era la escena perfecta la que escurría
la casa transpiraba su tranquilidad
eran dos fueguitos con ganas de arder
los esperaba espectante el tranquilo atardecer

La transparencia de su piel
despertaba envidia en los ángeles que circundaban
la ternura de sus manos
endulzaba el pecho del poeta fiel

Sus miradas se entrelazaban
como lianas por los árboles
la niña obsequiaba
corazones de metales

Él se sintió cada vez más atrapado
creyó encontrar lo que tanto había buscado
Eros manchó su cuerpo con pintura
le dijo que ese era el día
para liberar el sentimiento que encubría

El ambiente le abría los caminos
el sillón se postulaba de testigo
la flor estaba a punto de marchitar
y un potrillo cerca de nacer

Pero brisas del miedo merodearon nuevamente
el control fue más fuerte que el deseo
quiso ser un hombre prudente
temió chocar con el histeriqueo

La noche vio evadir oportunidades
vio cómo el amor tomaba el autobús
vio a los músculos dilatarse
y quedó una causa abierta en tribunales

Ambos quedaron con gusto a poco
con la sensación de haberse engañado
creyeron acariciar un sueño
y despertarse antes de haberlo concluido

Quisieron concederse una tregua
pensaron en una segunda oportunidad
él era un huracán de alegría
ella vaya a saber cómo seguía

El tiempo espero sentado en un rincón
el llamado de una posible unión
se burló de la ilusa ansiedad
de la abstinencia a la verdad

Pero no hubo tono que alerte
la resurrección de su latido
él la acobijó en su mente
ella lo fue quitando con detergente

El viento frío es cada vez más fuerte
los fueguitos ya son intransigentes
los árboles ya extrañan a sus hojas
y el amor es una casa que se despoja

Ella conoció nuevos caminos
él conversó con los cretinos
enjuiciaron sus cobardías
se alejaron por sus travesías

Tropezó con la misma piedra
dejó pasar su momento
desarmándose a fuego lento
y no vio más a su hiedra
T!nChO

Mayo de 2009